REPORTAN PÉRDIDA GRAVE DE BOSQUES

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Por; ALBERTO RAMÍREZ

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Según el Sistema Nacional de Prevención y control de Incendios Forestales (Sipecif), de 1998 al 2009 se produjeron nueve mil 48 siniestros, lo cual, señala el informe, muestra una tendencia variable, influida por las condiciones climáticas de cada año.

Fue 1998 el año de mayor pérdida de cobertura forestal, con 678 mil 795 hectáreas, la más alta hasta ahora; en el 2004 hubo menos, con siete mil 465 hectáreas dañadas. Durante 1998 hubo sequías y temperaturas extremas. En Guatemala se registró una oleada de incendios y el humo llegó hasta Florida, EE. UU. Josué Morales, gerente general del Instituto Nacional de Bosques, explicó que uno de los principales causantes de esos incendios es el ser humano, ya que un 50 por ciento fue provocado. Un 30 por ciento de siniestros se derivó de quemas agrícolas mal controladas, y el 20 por ciento restante fue causado por leñadores, colmeneros o cazadores que usan fuego en sus actividades.

Morales afirmó que, en contraposición, solo un 10 por ciento de esos terrenos dañados se logra poblar de árboles con programas de incentivos forestales.

Los daños siguen

En el 2009 se registraron 755 siniestros que destruyeron 19 mil 423 hectáreas de cobertura boscosa, y aunque la cifra es menor a la del año anterior, requirió que cada vez se involucraran más personas para controlarlos, entre bomberos forestales y voluntarios comunitarios.

Para el 2008 participaron 19 mil 236 personas para controlar los incendios, y en el 2009 fueron capacitadas en esa tarea 27 mil 57, según el Sipecif.

El año recién pasado, el 97 por ciento de los incendios fueron rastreros; el 2 por ciento, de copas, y menos del uno por ciento fueron subterráneos, que son los más destructivos.

Hasta fines de marzo recién pasado se registraron 178 siniestros forestales que destruyeron dos mil 500 hectáreas, y todavía faltan dos meses de temperaturas extremas.

Eddy Sánchez, director del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología, anunció para este verano, especialmente en abril y mayo, temperaturas extremas, y posiblemente de uno a dos grados arriba del promedio.

El experto advirtió de que los aumentos de la temperatura pueden ocasionar combustión espontánea en la hojarasca, con lo que se originan incendios forestales.

Por ello recomendó medidas de prevención durante el verano.

En Armonía con el Verde"